martes, 25 de septiembre de 2018

Una vida común # 01 Hasta cuando podré ser yo.‎


Sentimientos encontrados, 
sentimientos de ganas de gritar echar 
rayos y centellas el ser grosera y aventar cosas. 
Y que no sienta ganas de llorar 
...que no me sienta culpable 
por el impulso que cruza 
por mi mente por tanto dolor 
que siento que en 5 segundos me derrumban, 
es un sufrimiento indeseable. 
Porque si acaso tuviese enemigos 
...que obvio no creo, 
porque no les hago nada a los demás; 
pero como los enemigos son personas gratuitas 
que salen de la nada, porque ellos 
se sienten frustrados y quieren desquitar su odio, 
su coraje, o a lo mejor el dolor que no 
los deja tener paz en su corazón. 
Y buscan a alguien (un X ) sintiéndolos, 
en su mente equivocada en sus enemigos. 
Más bueno ni a esas personas.... 
Les deseo lo que siento en mi alma. 
Tengo odio y rencor o frustración e impotencia. 
Desde niña deje de ser, crecí y tampoco fui, 
de adolescente me convertí en mujer y 
luego en madre, sin ser yo todavía. 
Errores grandes, consecuencias gigantes, 
todo en mi contra sentía, 
hasta que aprendí que con un ¡NO!
... yo podía cambiar. 
Sentir que mis alas, 
no las perdí que solamente escondidas las tenía, 
nuevo aliento de vida tomé y a vivir me dedique. 
Más no lo hice para mi misma, 
pues ya madre era y sola me había quedado, 
sin pareja a mi lado, 
en velero al garete me convertí. 
Ángeles del cielo Dios me mando 
para que supiese que sola no estaba. 
Que mi manera de pensar era 
la equivocada y me diese oportunidad 
de ser y disfrutar de la vida que es una sola 
y treinta años de ella, 
yo había permanecido dormida, 
por creer que no tenía derecho ha decir ... ¡NO! 
Entonces descubrí el ...
¡YO QUIERO, YO PUEDO, YA NO MÁS! 
Ilusionada quise comenzar a vivir y 
como joven adolescente, 
fui engañada por la ilusión del amor, 
esa consecuencia tengo y al parecer no terminará 
pronto, el rencor de una hija me gane. 
Pensé en enmendar mis errores, 
cambiar de madre consentidora a una madre
que les corrigiera y evitará que ellos sufrieran 
como yo por no razonar ante de actuar 
y claro se defendieron a capa y espada 
ya que ellos si sabían decir ...¡no quiero! 
Desde entonces me detuve de ser yo totalmente, 
opte por seguir siendo consentidora para no sufrir, 
como sufría cada que me hacían un reproche o 
comentario que me hiciese sentir culpable 
por ese motivo por pequeño que fuera. 
Me destrozaban me sentía muy mal 
y ni sabia porque; en ocasiones solamente 
se me anegaban los ojos 
de lágrimas sentía nudo en mi garganta y hasta 
para pasar saliva me dolía. 
Hoy en día lo he sentido nuevamente;
Y por eso me pregunto ...

¿Hasta cuando podré ser yo?.‎

Reflexión de una vida común 



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